Bigotones de antaño (parte 1)

ZORAN VULIC

Croata de nacimiento, 25 veces internacional por Yugoslavia y 3 por Croacia. Llegó a jugar en Mallorca en la década de los 90.

Seguramente se dedicaría a la delincuencia organizada tras la disolución de la gloriosa Yugoslavia, así que poco más que añadir al historial de este tipo, básicamente porque no tengo acceso a ficheros penales croatas que seguramente es donde más información pudiere conseguirse de él.

EL "PIBE" VALDERRAMA

El Pibe Valderrama, colombiano. Con ese pelucon a lo Tina Turner y ese bigotazo no necesita más presentación.Dos ineludibles acontecimientos clave en la Historia del balompié mundial marcaron su carrera:

El primero de ellos, el asesinato de Andrés Escobar. Valderrama recuerda así cómo se enteró del asesinato de su compañero. Le destrozó el alma. “Eso no se supera. Lo de Andrés no pasó en ninguna otra parte del mundo. Cuando nos eliminaron del Mundial 1994 nos ofrecieron volver a Colombia o quedarnos un tiempo en Estados Unidos. Yo me quedé" Volvía en avión y me avisó una azafata. Todavía estoy temblando.

Pasa el tiempo y nunca se me va a olvidar, que por jugar al fútbol lo asesinen a alguien” Me habían nombrado el mejor en Colombia y cuando volví del Mundial me silbaban en todas las partes. 'Hiiijo de puuuta, hiiiiijo de puuuta', '¡Vendido! ¿Me explicó? Eso fue lo que vivimos".

Pero aún más traumática resultaría su experiencia en el Real Valladolid cuando acabó siendo víctima de acoso sexual en el área pequeña del Bernabéu.


“Durante mi carrera he vivido muchos momentos importantes pero hubo uno que me marcó. Todavía puedo sentirlo” Al principio pensé: ‘Estas son 'maricadas' de este guevón’. Después le dije: ‘¿Tu eres mari***?, si quieres yo te meto aquí la verga...’ El hombre apenas me miraba.

Hoy todavía me joden con eso”. De Madrid a Valladolid nos fuimos en bus y paramos a cenar. Estaba con Maturana, ponen la televisión y ¿con qué abrieron el telediario? con la agarrada de los huevos" Todavía siguen con esa historia. Cada vez que voy a España me dicen: 'Valderrama, que te coge Míchel'"

FERNANDO CHALANA

El bigotón supremo del interior portugués Fernando Chalana le hizo casi tan famoso como sus cambios de ritmo y su endemoniada capacidad para el regate, que llevaron a la selección de Portugal a las semifinales de la Eurocopa de 1984, donde acabaron palmando 3-2 en la prórroga contra la Francia de Platini.

Recordemos que Plattini fue detenido por trincar en la FIFA en 2019, lo que hace pensar que posiblemente al pobre Chalana le robaran el partido los pelucones perfumados.

Curiosamente, Portugal llegaría a ser campeona de Europa en 2016 de la mano de El Bicho ( aunque se lesionó en la final ). El Bicho por aquellas espocas ya andaba depilado y como estandarte del maldito fútbol moderno de las superestrellitas, pero sus inicios habían sido prometedores y muy posiblemente sus colegas de juventud fueron la clave del éxito.


Quaresma, Tonito y El Bicho, de jóvenes.

"TUTO" SAÑUDO

Juan Antonio Sañudo Herrero, cántabro que jugaba en la demarcación de defensa central. Jugó en el Racing de Santander y en el Real Oviedo y hay quien se pregunta si no será familiar lejano de Gran Líder Lukhashenko.

Y ojo porque Sañudo era un central muy duro y especialista en marcajes individuales, posiblemente la disciplina más hermosa dentro del fútbol y que se ha perdido gracias a los malditos tiempos modernos. ¿ Se imaginan a las actuales superestrellitas millonarias del Instagram, que juegan al fútbol en sus ratos libres, sufriendo el marcaje personalizado del Tuto Sañudo durante todo un partido ?

​Desde 2015, Sañudo ocupa el cargo de presidente de honor del Real Racing Club de Santander.


ALEXANDER CHIVADZE

 No podía faltar un buen bigotón soviético, en este caso nacido en la tierra del Gran Timonel, Georgia.

Chivadze era un central leñero al estilo georgiano de los 80. Tan es así que fue nombrado Futbolista Sovietico del año en 1980 y Defensor Europeo del año en 1981. Además, ganó dos veces el campeonato soviético y la Copa soviética con el Dynamo Tblisi.

También jugó con la selección de la gloriosa URSS tanto en el Mundial 82 como en 1986.

Pero claro, todo ello cuando Georgia era un sitio decente y no el estercolero actual en que se ha convertido.

RICARDO ROCHA, " EL SHERIFF "


Otro mítico bigote que cumplía con los clichés ( salvo alguna excepción) asociados al mismo; feo, malo y sobretodo, muy cerdo, con esas memorables entradas con los dos pies por delante escasa o nulamente castigadas arbitralmente.

Rocha no es pakistaní ni indio como bien pudiera parecer, sino brasileño.

Cuando le ficharon con 20 años para un equipo medio importante de Brasil, por el se pagaron un conjunto de camisetas de entrenamiento, dos pares de botas y dos balones.

Pero este tío llegó a ganar un Mundial, en el que solo jugó 69 minutos ya que se rompió en el partido inaugural ante Rusia.

Jugo en una decena de clubes, incluyendo Newells Old Boys argentino, y también llegó a ser seleccionador nacional de la poderosa Togo.

RENÉ "SOUL-GLO" HIGUITA

René Higuita, el arquero colombiano que jugó en Valladolid y que nunca negó su amistad con Pablo Escobar, al contrario de tantas celebridades, empresarios y políticos...pero de esas cosas ya se ocupan los muchachos del Horny Report, así que a escucharlos y darle al Like.

Higuita y Escobar se conocían desde hacía tiempo, de su barriada de Medellín.

Cuando Higuita triunfó e iba a viajar al Mundial Italia 90, Higuita y Escobar se reunieron en Antioquia, donde el jefe del cartel de Medellín le prometió que, si la selección pasaba a la segunda ronda, él no se perdería un partido y viajaría a Italia para animarles.


Aquella conversación de amigos fue interceptada por el FBI, que se pondría en marcha, desplegando un operativo que dejó pequeño el espectáculo del Mundial. Se colocaron cámaras ocultas en las gradas y se acordonaron todos los sitios por donde la selección de Colombia pasaba. Al final se filtró la información del operativo y ni Escobar ni sus socios llegaron a viajar a Italia. La operación para capturar al narco más famoso del mundo fue un rotundo fracaso.

Higuita tambien fue posteriormente a visitarlo a la cárcel de la Catedral. El escándalo fue tal que se largó de Colombia, llegando a España para jugar en el Valladolid, donde no duró mucho.

De regreso a Medellín, los rumores sobre su adicción a las drogas y su falta de disciplina llenaron de nuevo la vida deportiva de Colombia. Bien puede decirse que René Higuita ya estaba marcado. Tras la fuga de Escobar de la cárcel, empezó la pesadilla cuando salieron a la luz documentos comprometedores para el arquero que ponían en evidencia su relación con el jefe del cártel de Medellín. Cheques por cientos de miles de pesos a favor de Higuita apuntados en los libros de contabilidad del narco. Tirando del hilo, la policía encontró pruebas para detener al portero, acusado de ser intermediario en un secuestro, el de la hija de un industrial dedicado a los frigoríficos de nombre Luis Carlos Molina Yepes. Escobar había pedido un pastizal por el rescate y René Higuita hizo de mediador.

En lo futbolístico, cualquiera puede disfrutar revisionando las locas salidas del área de este enorme arquero de pelazo Soul-Glo, bigotón y escorpiones en Wembley.

JOSE LUIS CAPÓN

Homenaje merecido al grandísimo José Luis Capón, fallecido recientemente a los 72 años.

Nacido en 1948, todo carácter y corazón formando parte de la mítica línea defensiva del Atlético de los años 70 junto a Marcelino, Pereira y Panadero Díaz ( solo cabe imaginarse el terror que hoy en día supondrían estos fieras en la mente de las delicadas, guapísimas, tatuadas y perfumadas estrellas actuales del fútbol masculino).

El empaque de este lateral izquierdo salta a la vista y no hay más que echar atrás la vista a una de sus anécdotas para admirarle aún más.

Corría la temporada 1975-1976, y en el estadio de El Molinón jugaban Sporting de Gijon y Atletico. Un partido cerdo y bronco en un terreno embarrado, en el que el finísimo Panadero Diaz ya había sido expulsado por pisar la cabeza a uno del Sporting.

Capón andaba muy cabreado por los constantes insultos de una aficionada local situada detrás de las vallas de El Molinón.

"No dejó de increparme. Me llamó de todo. Me hinchó tantos las narices que cuando terminó el partido y nos retirábamos a los vestuarios cogí un poco de barro del suelo y se lo unté en la cara", recordaba el lateral.

"Panadero" Díaz, otro rojiblanco inmortal

La aficionada, con el rostro embarrado, se presentó en los vestuarios donde se encontró a Capón intentando separar a su compañero Panedero Díaz, enzarzado en una distendida y amable discusión con varios futbolistas del conjunto asturiano. La policía terminó llevándose a Capón a comisaría.

"El policía que me acompañó en el furgón me dijo de todo menos bonito. Iba frente a él, rodilla con rodilla, y no dejaba de mirarme. La verdad es que lo pasé mal", recordaba Capón.

JUNGLEMAN GROOBELAAR
Groobelaar, con la zamarra zimbaweña
Bruce Groobelaar, nacido en Sudáfrica pero nacionalizado zimbauense, con cuya selección jugó 32 partidos internacionales.

Aparte de su bigotazo y su característico déficit capilar, Groobelaar fue portero del Liverpool, del que no saldría muy bien parado ya que en noviembre de 1994, Grobbelaar fue acusado de "arreglar" partidos a fin de beneficiar a un sindicato de apuestas de Malasia. Ante esto se declaró inocente y después de dos juicios sucesivos, en los que los integrantes del jurado no pudieron ponerse de acuerdo sobre un veredicto, fue absuelto en 1997.

Sin embargo lo más interesante de Bruce es su pasado, ya que como portero era más malo que la cicuta. En su juventud le tocó luchar en la sangrienta guerra de Zimbawe:

"¿A cuánta gente maté? No te lo puedo decir. Sí, maté a muchos hombres. Por eso siempre he vivido mi vida al día. Solo puedo arrepentirme del pasado, pero no puedo cambiarlo".

Además, explica que uno de sus compañeros le arrancaba las orejas a los cadáveres para coleccionarlas: "Aquel tipo le cortaba la oreja a cada hombre que mataba. Guardaba las orejas en un jarrón y tenía unos cuantos jarrones. Su familia fue torturada y quería venganza".

Finalmente, Grobbelaar explica que gracias al fútbol pudo dejar de lado todos esos recuerdos: "La afición me llamaba Jungleman (hombre de la jungla). Decían que no era blanco. Que era un negro con la piel blanca. El fútbol me salvó y me tuvo alejado de los oscuros pensamientos de la guerra"

FRANKIE LIMON.


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